Desde 2020 tuve un interés especial por aprender más sobre mi ciclo menstrual. De niña, y al pasar los años, los cólicos menstruales eran una pesadilla cada mes, al punto de incapacitarme en el colegio, en la universidad e incluso en mi vida laboral. Estaba agotada de sentirme ‘enferma’, y cansada de las violencias que vivía con los médicos. Entre tantas dudas, comencé a recorrer un camino lleno de curiosidad y a encontrar respuestas en internet, libros, fanzines, espacios colectivos y comunitarios de mujeres, que en ese entonces eran virtuales. En la pandemia, tuve mucho tiempo para encontrar un mundo nuevo y hacer conciencia de mi propio cuerpo.
En el recorrido llegó a mi vida un proyecto llamado TARTEDU, una fundación donde empecé a crear talleres para niños y niñas sobre menstruación y algunos temas que aborda la educación integral para la sexualidad. Fue un espacio gratificante para mí y para la comunidad. Este año cerré un ciclo con la fundación, pero la necesidad de seguir explorando la educación menstrual sigue allí, como proyecto de vida. De hecho, va más allá. Se trata de unir mis dos pasiones: la comunicación y la educación.
Por eso, con emoción, les presento mi primer newsletter que cuenta con su versión en podcast y cierra con una sección de mitos menstruales al descubierto.
En el primer episodio de podcast, les presento las experiencias de activismo y educación menstrual de Carolina Ramírez, creadora de Princesas Menstruantes, un proyecto pionero en la construcción de prácticas de educación menstrual; y de Melissa Dixon, directora de educación de Poderosas Colombia, una ONG de Educación Integral en Sexualidad. A continuación, un pequeño adelanto de la charla:
¿En qué momento o situación de su vida tomaron la decisión de aprender y educar sobre la menstruación?
Carolina: Tiene que ver con que menstrué por dos años sin situar esta experiencia en la conciencia. Creo que esto le sucede a muchas mujeres, menstrúan pero no les ‘hace cuerpo’. Comencé a percatarme de este fenómeno que sucedía en mi cuerpo y hacerme preguntas sobre cómo la he vivido y qué ha significado para mi. En 2011, trabajaba con un programa de la Secretaría de las Mujeres de Medellín. Hacía acompañamiento psicoterapéutico a mujeres y empecé a trasladar la pregunta hacia ellas. Ahí comencé a descubrir tantas historias en torno a la menstruación, y con todas las historias que he escuchado de mujeres adultas sobre sus primeras menstruaciones y sus experiencias menstruales casi que se puede construir el guión de una película de terror.
Melissa: Viví muchos años menstruando pero sin ser consciente de mi ciclo. Esto hace parte de una sociedad donde hablar de menstruación está mal visto y no es un tema que toquemos abiertamente. Empecé a trabajar en educación en colegios, pero una se da cuenta que hay unas necesidades urgentes y más importantes, y sobre todo en las comunidades se hace bastante claro eso. Entonces, cuando entré a ‘Enseña por Colombia’ como profesora de inglés en un colegio rural a las afueras de Barranquilla, conocí el proyecto de Poderosas y empecé a ver a esta persona que se llama Mariana enseñando sobre educación menstrual y educación sexual, y veía las fotos de ella dibujando úteros y órganos sexuales femeninos gigantes en círculos de niñas y de mujeres. Veía esas imágenes y se me erizaba la piel, yo decía ‘juepucha, esto tiene que ser por aquí’.
Escucha el episodio completo en Spotify (Manifiesta Media)
***
¿Quieres leer este newsletter completo? Recuerda suscribirte para recibirlo cada 15 días.