Un beso no consentido en plena celebración de la Copa Mundial de la FIFA. La indignación de figuras políticas y deportistas. Un discurso en la asamblea de la Federación Española de Fútbol que algunos análisis feministas tildan de ‘pieza emblemática de la defensa de los abusadores’. El hartazgo social condensado en un numeral. Les contamos la historia detrás del #SeAcabó, la nueva revolución del fútbol femenino.
En 2017, cuando en Dinamarca y Noruega estaban igualando los sueldos de les jugadores de las selecciones masculina y femenina, en España las futbolistas no tenían si quiera camisetas con sus nombres. Seis años después, tanto el talento de la selección campeona del mundo como su lucha son dignas de ser contadas. El camino que han recorrido lleva años y, parecido a la historia de nuestra propia selección, ha estado marcado por abusos, resistencias y algunos aliados.
Luego del beso sin consentimiento que Luis Rubiales, el aún presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), le dio a la jugadora Jenni Hermoso en plena celebración de la final de la Copa Mundial de la FIFA, un #MeToo futbolero nació en España el 25 de agosto y se empezó a extender a Latinoamérica, otra latitud donde este deporte es sinónimo de inequidad, precarización y violencias.
¿A qué año se remonta la resistencia de las jugadoras españolas? ¿Cómo y cuándo nace el #SeAcabó? ¿Por qué este episodio de abuso de poder y violencia ha despertado tanta digna rabia y toda una revolución? Les contamos en esta línea del tiempo.
Recuento
- 2015: El entrenador Ignacio Quereda renuncia como seleccionador del equipo femenino español, tras 27 años en el cargo, debido a la presión ejercida para su salida por la cantidad de abusos y vejaciones cometidas contra las jugadoras. Años después, en 2021, la periodista Danae Boronat publica un libro sobre los abusos de Quereda. Según los relatos, estos iban desde gritarles obscenidades, hasta pellizcarles la cola a las futbolistas. Jorge Vilda entra a reemplazar a Quereda.
- Copa Mundial Femenina de Fútbol Francia 2019: Hace cuatro años España se quedó en octavos de final y no tenía casi nada: ni presupuesto, ni contratos colectivos, ni derechos laborales de las jugadoras en la Federación.
- 29 de agosto de 2022: En una reunión privada, Jenni Hermoso, Irene Paredes y Patri Guijarro, capitanas de la selección, manifiestan algunas exigencias ante la RFEF. Entre estas, quejas de Vilda por ejercer prácticas de control que afectarían la salud física y mental del equipo: las obligaba a dejar las puertas abiertas en la noche y revisaba sus maletas.
- 22 de septiembre de 2022: 15 jugadoras renuncian al equipo español por falta de apoyo de la RFEF con la situación de Vilda. La Federación responde que deben pedir perdón para volver a ser convocadas. De las 15, solo 3 van al Mundial de Australia y Nueva Zelanda: Ona Battle, Mariona Caldentey y Aitana Bonmatí. Jenni Hermoso, quien no renunció, vuelve a acercarse al equipo ante promesas de mejores condiciones.
- 20 de agosto de 2023: Tras un año de las protestas de las jugadoras, España se corona campeona de este mundial. Pero la celebración se empaña por el beso no consentido de Luis Rubiales a Jenni Hermoso. En el acto, Rubiales también se agarró los testículos mientras celebraba junto a los reyes de España.
- 21 de agosto: Rubiales publica un video justificando el beso: “era un momento de máxima efusividad”.
- Pedro Sánchez, presidente del gobierno español, califica el beso como un gesto inaceptable y la disculpa, como insuficiente.
- Irene Montero, ministra de la Igualdad, dice que el acto es “violencia sexual”.
- 25 de agosto: Durante una asamblea extraordinaria de la RFEF, cuando todes pensaban que renunciaría, Luis Rubiales da un discurso denominado ‘una pieza emblemática de la defensa de los abusadores’ en algunos análisis feministas. Rubiales se niega a dimitir, dice que el falso feminismo es una gran lacra, miente sobre el consentimiento del beso y argumenta que Jenni Hermoso lo alzó, hecho desmentido por la jugadora y con ayuda de videos que prueban que, de hecho, Rubiales la alzó a ella.
- Tras el discurso, la indignación en España y el mundo es máxima. Alexia Putellas, compañera de Jenni Hermoso y capitana del Barcelona, escribe el tuit que le da vida al numeral:
- Ese mismo día, La FIFA abre investigación contra Rubiales por el beso.
- Jenni Hermoso publica un comunicado en sus redes: “No tengo que apoyar a la persona que ha cometido esta acción en contra de mi voluntad”, y firma con el #SeAcabó.
- Activistas del mundo, políticas, compañeras de selección y otros futbolistas se unen a la protesta. Iker Casillas, Borja Iglesias, el Sevilla FC, la ministra Irene Montero y la periodista Elisenda Roca son algunes.
- Las 23 futbolistas de la selección española anuncian su renuncia si Rubiales sigue al frente de la Federación.
- El Consejo Superior de Deportes de España presenta una denuncia ante el Tribunal Administrativo del Deporte por la “falta muy grave” de Rubiales.
- La Asociación de Futbolistas Españoles declara que Rubiales “no debe seguir”.
- 27 de agosto: La Comisión Disciplinaria de la FIFA lo suspende provisionalmente de toda actividad relacionada con el fútbol a nivel nacional e internacional.
- 28 de agosto: La Fiscalía española abre investigación contra Rubiales por presunta agresión sexual. Ángeles Béjar, madre de Rubiales, se declara en huelga de hambre.
- En Madrid convocan marchas para presionar la salida de Rubiales. Cientos de personas se concentran en la Plaza de Callao.
- Presidentes de las federaciones territoriales de la RFEF piden la renuncia de Rubiales.
El porqué de la revolución
La actual lucha de la selección de España es histórica. No solo porque constituye un hito social y deportivo, sino por su cronología y proyección: empezó hace años y pretende dejar un legado. Las casi tres décadas de dirección de Ignacio Quereda, quien incluso llegó a decirle a una futbolista que quería erradicar el lesbianismo y los malos hábitos del equipo, no sirvieron para darle la vuelta a estas prácticas abusivas. Jorge Vilda, el entrenador que llegó después, está en el ojo del huracán desde el año pasado precisamente por ejercer prácticas de control que han afectado la salud física y mental de las jugadoras.
En ninguno de los dos casos la Federación tuvo respuestas oportunas, mucho menos ha mostrado apoyo. De hecho, luego de la renuncia de las 15 futbolistas experimentadas el año pasado, el ente prefirió dejarlas ir y conservar al seleccionador. Aunque el pacto patriarcal parece estar rompiéndose a la fuerza, pues Vilda le dio la espalda a Rubiales hace dos días declarando que lamenta su comportamiento inadecuado, la historia de abuso de poder ya dejó una marca, y mucho hartazgo, en estas mujeres y sus carreras.
En esta columna, la periodista y activista argentina Luciana Peker, afirma que el discurso de Rubiales ante la Federación detonó más rabia que el mismo beso no consentido. De ahí que fuera el punto de inflexión para que las jugadoras se unieran y renunciaran a la selección. Peker concluye que a pesar de lo que implica volcar la celebración y la gloria de las campeonas a esta protesta, el gesto deja ver que lo que ganaron va más allá del Mundial. “Se llama dignidad”, escribe. Y esa victoria no se traduce solo en un hito: la dignidad se lega a las más jóvenes, y se expande a otras selecciones y equipos del mundo.
Sobre las razones por las cuales el discurso pasará a la historia como un clásico de la defensa de los abusadores, la periodista española Ana Requena explica en este análisis que Rubiales sigue un manual paso por paso. Primero, niega y tergiversa los hechos (a pesar de que ocurrieron a los ojos del mundo entero). Segundo, culpa a Jenni de alentarlo a besarla. Tercero, saca las cartas del cariño, la euforia y la naturaleza asexual del beso. Además, la carta de ‘yo tengo hijas’. Y, por supuesto, remata expresando su desprecio contra lo que considera el falso feminismo, “una gran lacra”.
En otro texto, Ana Requena enuncia el tema central para comprender por qué ha ebullido tanta digna rabia en España y el mundo tras el beso. Dice que en un momento de “victoria contra el machismo más rancio”, este se coló sin permiso para recordar su omnipresencia. Agrega que el gesto es aún más condenable si pensamos en celebraciones con la misma carga de efusividad, pero con equipos masculinos, donde Rubiales jamás hubiera cometido un abuso de este tipo.
“No hay besos en la boca entre Rubiales y ningún jugador porque Rubiales no se hubiera permitido ese gesto con un hombre. Son los cuerpos de las mujeres los tocables y piropeables, somos nosotras las que llevamos años intentando hacer entender que no es aceptable que nos silben ni nos griten por la calle, que nos toquen o nos rocen en un bar, en un autobús o en la oficina”, concluye Requena.
La resistencia de las jugadoras de la selección española sigue en marcha. Exigen la salida del actual presidente de la Federación y respeto por su profesión. “A mi generación también le ha tocado ejercer otros roles, no solo de jugadoras (…) Y creo que un legado que debemos dejar a las siguientes es que ellas ya no se tengan que preocupar por estas cosas”, dijo en esta entrevista Alexia Putellas, la precursora del #SeAcabó.
No es un victoria lejana considerando que Rubiales se queda cada vez más solo con sus justificaciones. Los últimos en pronunciarse fueron los presidentes de las federaciones territoriales de España, convocados por el presidente interino de la RFEF, Pedro Rocha. Pidieron su dimisión de manera inmediata. Hace solo unas horas, la RFEF le retiró el sueldo y el carro oficial a Rubiales. También le exigió entregar su teléfono y computador, esto en el marco de los protocolos asumidos desde la suspensión ordenada por la FIFA.
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