Del otro lado de la tarima: mujeres detrás de los actos del Festival Estéreo Picnic

Pensar en los shows en vivo nos lleva a imaginar baile, estridencia y a cantar las canciones que amamos de nuestre artista, pero ¿quién hace eso posible? Para esta decimocuarta edición del festival, en Manifiesta pusimos el foco en esas mujeres que están detrás del telón o abajo del escenario, a veces abriéndose pasos en áreas masculinizadas, dejando perfecto hasta el último detalle de cada presentación.

El Festival Estéreo Picnic regresa con su decimocuarta edición a Bogotá. Con esta, que es la segunda que se realiza en el Parque Simón Bolívar, regresa ese placer incomparable de ver música en vivo: esa hora en la que por fin, después de meses o años de espera, se monta en la tarima el o la artista que amamos. Las luces se encienden, los gritos aumentan y el frenesí es total. Luego de una hora o menos, el momento termina súbitamente. Y todo lo que nos queda a nosotros como público y como fans es un flashazo para la memoria, un instante de alegría. 

Sin embargo del otro lado, para quien se baja del escenario, ese instante es la culminación de un proceso que tardó meses en concretarse junto a un equipo de muchas personas. En el caso de la escena local, su equipo lo conforman amigues y talentos locales que, como un gran engranaje, trabajaron por semanas para que el concepto, la apuesta estética, los visuales, el sonido y la experiencia que ofreció el acto musical se hiciera realidad. Desde aquella personas encargada del transporte, hasta quien viste y peina a los y las artistas, aportan para que todo lo que vemos en escena sea tal cual lo soñó el artista y su público.

Y en medio de esos equipos que rodean a les artistas, hay muchas mujeres que se han abierto camino en campos que no solo son poco visibilizados, sino también muy masculinizados, como ser sonidista, o productor de tarima. Por eso, para esta edición, decidimos resaltar el trabajo de algunas mujeres que hacen parte del detrás de escena, pero que también ponen de su parte para regalarnos un gran show.

Juanita Molano – Productora logística de Raquel

Personas como Juanita, dedicadas a la producción logística, están presentes para gestionar todas las solicitudes y, sobre todo, ser un puente entre el equipo de los organizadores y el equipo de Raquel, la artista que acompaña en esta edición del FEP. El rolp principal de Juanita es brindar las condiciones y la confianza para que artistas como Raquel simplemente se dediquen a su interpretación, sin preocuparse por otros detalles.

Aunque es la primera vez que Juanita acompaña a Raquel como productora logística, ya tiene experiencia de trabajo en campo dentro del festival como fotógrafa. Esto le ayudó a afinar el ojo y comprender la importancia del trabajo en equipo para que todo salga bien. Su trabajo empieza mucho antes de que el artista ponga un pie en el escenario, pues mantener la sincronía del equipo exige reuniones previas de planeación y ejecución. Estas reuniones ayudan a construir una gran checklist que se comparten con el festival. Esto permite mediar las solicitudes de les artistas desde el inicio hasta el final de su acto, incluso la de asegurarse que todos los implementos se recojan tras el show, sin afectar los actos de otros artistas y sus equipos.

Juanita añade que, aunque su equipo de trabajo es paritario, el sector logístico aún debe trabajar en aspectos de equidad. Ella misma ha vivido cómo las solicitudes que realiza son menos prioritarias que las que hacen sus colegas hombres. Esto le añade una actividad más a su lista: hacerle entender a los organizadores que sus solicitudes son igual de urgentes. 

Marcela María Posada – Maquillaje y styling

Marcela es maquilladora desde hace cinco años, especializada en maquillaje comercial y para medios audiovisuales. Este es su segundo FEP junto a Raquel, y define su trabajo como la construcción de la imagen escénica de artistas, asegurando que el look escogido refleje su identidad y concepto. Como stylist, vincula el vestuario con la estética visual del show.

Su trabajo empieza definiendo la estética general del artista. Ahí hace propuestas para el maquillaje, teniendo en cuenta qué se desea transmitir. Simultáneamente, como stylist, empieza a buscar y coordinar piezas que estén alineadas con la identidad y la definición del artista en el escenario. El día del show, pese al tiempo limitado, su principal prioridad es mediar y adaptarse a las condiciones climáticas o a cualquier imprevisto, aunque siempre intenta dejar un espacio para disfrutar el show.

Este rol, contrario a otros, es muy feminizado en la industria y es común ver a más mujeres trabajando en esta área. Sin embargo, aquí la paridad se trata de exigir condiciones justas en el backstage, pues es un rol muchas veces subestimado. Marcela también señala la carencia de reconocimiento, que reduce las oportunidades en el medio. Marcela recomienda a sus colegas Ivana Gualdron para el maquillaje y Gingersito en el vestuario.

Melanie May – Dirección escenográfica 

Foto tomada por Jaime Alejandro Barragán

Melanie es diseñadora de profesión, dedicada a la escenografía desde hace 10 años. Aunque su día a día lo dedica a la docencia, en ocasiones como festivales emplea sus talentos en la dirección creativa, gracias a su formación en diseño de producción y experiencias inmersivas. Este es su primer Festival Estéreo Picnic, de la mano de Yo No La Tengo. Melanie se encarga de unificar los lenguajes creativos del proyecto alrededor del concepto de diseño, creando y conjugando elementos –como espacios, objetos e imágenes– para direccionar y fortalecer la narrativa de individuos, colectivos, y otros proyectos.

Melanie menciona que es un proceso complejo pero gratificante. Antes de los resultados, debe establecer una comunicación previa continua con les artistas y construir una confianza sólida, para traducir sus deseos en haceres creativos que se van a ver en vivo. Al final del show, estos mismos deben ser recogidos y reorganizados.

En sus clases, aproximadamente el 70% de sus estudiantes son mujeres. Eso, a pesar de que la escenografía es un hacer históricamente masculino, según ella, porque incluye la fuerza física. Y aunque le dicta clase a mujeres en su mayoría, se ha encontrado con escenarios donde su trabajo,  gestión, relacionamiento y creaciones tienden a subestimarse. Pensar en la paridad la entristece, pues asegura que, en Colombia, la escenografía más notoria y con mejor presupuesto, casi siempre la lideran hombres. Aún así, ha encontrado inspiración en las mujeres con las que comparte sus conocimientos en la academia, como Alysson López y Luz Ángela Díaz, quienes han sido cómplices en este montaje, y están empezando sus carreras. Sus colegas recomendadas son Daniela Vélez, Laura Cuervo y, en el mundo de la música, Melissa Cháves, directora y fotógrafa.

Sophía Carter – Fotografía

Foto tomada por Sergio Otero

Aquella foto que ves en redes de tu artista favorito, probablemente fue tomada por Sophía, quien desde hace seis años se consagró al oficio de la fotografía y desde hace cuatro años forma parte del equipo visual encargado de registrar la experiencia festivalera. Este trabajo requiere un gran esfuerzo físico de todo el equipo, que debe estar cerca de 16 horas al día registrando todo aquello que ofrece el festival: desde artistas hasta activaciones.

Sophía cuenta que, aunque cada día se suman más mujeres al sector audiovisual, en su experiencia, este ha sido un espacio retador, pues los prejuicios aún se asoman. Frases como “Es que yo no trabajo con mujeres”, o que subestimen su trabajo por ser mujer siguen estando vigentes. Aun así, Sophía reconoce el talento de quienes se han abierto paso con ella en el quehacer fotográfico festivalero: Dani Sailor, Alejandra Mar, Valeria Forero y Manuela Uribe

Juanita Sanchez Management

Juanita es manager desde hace cuatro años de la banda Juliana Quédate Otro Día, la cual se presentará el domingo por primera vez en el festival. Para ella, esta labor tiene como fin representar a las bandas desde las distintas aristas que las componen y generar confianza con les artistas, quienes esperan cumplir sus objetivos a través de su gestión. Esto implica tener una conexión activa con medios, redes sociales, marketing y otros actores que permiten el crecimiento de los proyectos musicales. 

Su trabajo en el festival empieza desde mucho antes, cuando se intenta que la banda llegue al cartel. Este se extiende con la gestión de solicitudes y continúa con la asignación de responsabilidades para que estas solicitudes sean cumplidas, bien sean técnicas o logísticas, como aquellas relacionadas con medios y prensa. Esta primera experiencia ha sido retadora para Juanita, pero también de gran aprendizaje. 

Pese a la gratitud que siente al ver cómo ha crecido la banda en poco tiempo, algo que relaciona con su gestión, Juanita reconoce que en distintas ocasiones sí se ha enfrentado con escenarios donde no se reconoce su autonomía a la par de sus colegas hombres. En ocasiones previas, incluso tuvo que contar con validación de masculina para que artistas y venues consideraran su trabajo como válido. Ve la paridad en el management como ambivalente, pues aunque reconoce a varias en este rol en sus círculos más cercanos, cuando voltea a mirar a otros lados se da cuenta de la ausencia de mujeres. 

Desde esta labor vital, celebra el trabajo de sus compañeras Wendy Argote , Vanessa Gómez y Juanita Molano.

Alejandra Medina – Edición de video y visuales

Ahora más que nunca, cuando el contenido entra por los ojos, Alejandra cumple un papel esencial en el registro festivalero. Ella, por un lado, se encarga de recopilar todo el material grabado por sus colegas videógrafos y de editarlo para ser consumido en internet. Por otro lado, también realiza los visuales que el público ve en las pantallas gigantes mientras bandas, como Yo No La Tengo, se presentan en escena. 

Aunque está presente durante todo el festival por si algún contenido necesita edición inmediata, sus labores requieren, sobre todo, un esfuerzo previo y posterior al evento. Alejandra cuenta que el trabajo empieza un mes antes: alistando parrillas de contenido; realizando investigaciones sobre los artistas que serán cubiertos y dialogando con las bandas para revisar su contenido, comprender qué desean representar en cada canción y preparar el material para sus actos. El trabajo termina hasta un mes después, cuando todos los contenidos planeados terminan de publicarse. 

Para ella, la paridad y la brecha en su sector es extraña, pues si bien abunda la presencia de mujeres en roles como la producción o el arte, lo atribuye, en parte, a un prejuicio sobre la imagen maternal femenina que aún se mantiene. Esto, contrario a roles como la edición, la dirección y la cámara, donde ve una mayor presencia de hombres en los rodajes. Aunque nunca ha sentido una desventaja laboral y siempre ha podido gozar de trabajar en lo que ama, se ve rodeada de muchos colegas y nota la ausencia de otras mujeres.

Para Alejandra, el trabajo de la diseñadora Natalie Boissard es imperdible. 

Daniela Riaño – Styling

Fotografía tomada de X.

Cuando se piensa en el stylist, es normal creer que solo hablamos de elegir un par de prendas que combinen y ya está, pero es mucho más que eso. Daniela, que hace 12 años empezó a trabajar en el mundo de la moda, y que ahora se especializa en vestir artistas, ve su trabajo como el pilar a cargo de la conceptualización, y el puente que conecta moda, público, y el proyecto artístico en cuestión.

Para lograr vestuarios inolvidables, Daniela debe fijarse en decisiones que vinculan muchos equipos, tanto del proyecto como de la organización: el color de las luces, el lugar de la presentación, el clima y la hora o, por ejemplo, el tipo de performance. A partir de esto y de la mano de les artistas, quienes toman la última decisión, se elige lo que saldrá a tarima que, en muchas ocasiones, se toma en préstamo a las marcas, y luego debe ser lavado y devuelto. Sul trabajo, como el de todas las mujeres aquí, se extiende por meses para que sea óptimo, efectivo y cuidadoso. 

Aunque la moda se entiende como un espacio donde mujeres y disidencias predominan, Daniela ha encontrado una mirada ambivalente de la paridad: aunque cuenta con muchas colegas a su alrededor, existe una predominancia por elegir stylers hombres a la hora de trabajar. Pese a ello, considera que en su campo lo que abunda es el trabajo maravilloso y diverso de sus compañeras. 

Por ello, su recomendación en aras de reconocer el trabajo de sus pares es Alejandra Muñoz.

Antonia Bustamante – Sonido

Fotografía tomada por Emily Nava.

En un festival hay mucha gente que trabaja para que todo suene y se vea bien. Allí está Antonia, sonidista del Estéreo Picnic desde hace cuatro años, y quien acompañará, en esta ocasión, a Gato ‘e Monte y a Las Mijas. Cuando su trabajo se da en escenarios más pequeños debe pensar incluso en la conexión de los micrófonos y el montaje de los cables. Pero en el festival su trabajo se enfoca hacia la última etapa: mezclar, combinar los sonidos que llegan de cada instrumento para que suene perfecto, tanto para el público, a cargo de la ingeniera front of house, como para les artistas, desde los monitores, quienes escuchan su propia versión de mezcla.

Para Antonia este trabajo es técnico y estético porque, más allá del manejo de los equipos, debe tomar decisiones que emocionen al público en cada momento. Esto requiere una preparación previa, punto a punto, con los proyectos musicales: desde estudiar la música para comprender qué se quiere evocar, hasta ser parte de los ensayos, las pruebas de sonido y el show. 

Para ella, la paridad dentro del sonido aún tiene un largo camino que recorrer. Aunque reconoce que, con el paso de los años, se ha encontrado con entornos masculinos más respetuosos, donde ya no le cuestionan si ‘ser la novia de’ es la razón por la que tiene su trabajo, como le pasó en Argentina. Resalta también, la labor del sector público, pues se ha encontrado con colegas a cargo del sonido en varios espacios, como el teatro Colón. También enfatiza en la necesidad de fortalecer la confianza de aquellas mujeres que se dedican a su rol, que les permita establecer límites frente a los prejuicios. 

Así pues, reconoce el trabajo de colegas como Marcela Mejía, que trabaja en vivo y en estudio, sobre todo en la escena del jazz; Lina Osorio, que trabaja en los escenarios móviles de Idartes y en la escena rock/metal; Andrea Quintero en el Colón; Catalina Lozano Torrado quien trabaja en vivo, en estudio, y está a cargo de las grabaciones en la sala de música de la Luis Ángel Arango y Estefanía Calderón, quien trabaja en los escenarios de Idartes. 

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