La astrología occidental tiene muchas maneras interesantes de comprender el paso del tiempo y los cambios. Pero una de las más fascinantes tiene que ver con el lugar que ocupa la luna desde la mirada mística y cosmogónica. Por nuestra forma actual de vida nos desconectamos de un principio para la supervivencia: el cambio es intrínseco al tiempo, es decir, se corresponden el uno con el otro. El poder cíclico de la vida se entiende al ver cómo la luna un día se llena y al otro día se vacía. Para entender los eclipses de este año, hay que entender este principio místico que explica el tiempo y el cambio a través de la luna.
Uno de los fenómenos astrológicos y astronómicos más interesantes son los eclipses. Son intrigantes porque la luna, la tierra y el sol, entran en un tipo de baile pagano en el que el sol se oscurece y la luna se encandila. Los eclipses suceden en tiempos de lunas llenas o lunas nuevas. Pueden ser solares o lunares, dependiendo de la alineación específica en la que la tierra entra a hacer un papel determinante.
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Para entender los eclipses astrológicamente, tenemos que hablar de los nodos lunares. Estos hacen referencia a los puntos en los cuales la órbita de la tierra se conecta con la órbita de la luna. Astrológicamente esto significa que hay un punto en el que la luna hace esta intersección con la órbita de la tierra en el lado sur y también en el lado norte. Para la astrología el nodo norte marca el destino y el nodo sur marca la depuración: hacia el norte buscamos, hacia el sur soltamos. Este es el lenguaje místico que usa la astrología para entender el movimiento de la luna alrededor de la tierra. Y para amplificar el lenguaje del cambio que nos proponen los nodos cada que se activan.
Otro asunto para tener en cuenta es que la astrología nos enseña -como lo hacen también las matemáticas- que la vida es un juego de oposiciones y complementariedades que tienen una tensión constante entre unirse, separarse, multiplicarse, dividirse, armonizar o problematizar. Esto significa algo poderoso: somos infinitamente complejos, como los números que son, a su vez, una expresión simbólica del potencial que tiene la vida.
Los nodos tienen un ciclo de 18 meses y cada uno (norte y sur) conecta con signos (o constelaciones) opuestas. El inicio y el final de estos 18 meses dependerá del nodo que esté activo. Si los eclipses son en el nodo Escorpio/Tauro significa que sucederán entre los meses de abril y mayo y octubre y noviembre y así con cada uno de los nodos activos. Esto significa que entre el 2022 y el 2023 tenemos al nodo norte conectando con la constelación de Tauro y al nodo sur, con la de Escorpio. Esto, porque ambas constelaciones constituyen un eje de oposición y complementariedad. Son dos caras de una misma moneda:
Tauro al norte nos habla de la energía relacionada con la vida y Escorpio al sur nos habla de la energía relacionada con la muerte. Cada eje de signos tiene características distintas, por ejemplo el eje Virgo y Piscis representa con Virgo el orden para el bienestar y con Piscis el caos para la creatividad. Mientras que por ejemplo con Sagitario tenemos la sabiduría y con Géminis la curiosidad. Y así sucesivamente.
Este año tendremos cuatro eclipses: dos en el eje Tauro-Escorpio y dos en el eje Aries-Libra. Estaremos haciendo una transición cuando los nodos cambien a Aries-Libra con el primer eclipse de Aries en el mes de abril.
Este juego de oposiciones y complementariedades son fundamentales para entender que cada temporada de eclipses viene a enseñarnos que el signo que esté en el nodo norte nos guía y el que esté en el nodo sur nos purga. Si hablamos de que el nodo norte está en Tauro y el nodo sur está en Escorpio, este cambio de nodos sucedió a partir del 18 de enero de 2022, estamos hablando de que especialmente desde el 2022 y para este año, estamos construyendo un nuevo sentido de vida tanto desde lo colectivo, como desde lo personal. Y en cambio, al sur con Escorpio, estamos transformando la idea que tenemos sobre el poder, dejando atrás viejos patrones que nos hacían aferrarnos obsesiva y compulsivamente al sabotaje y al daño indiscriminado, casi sin reflexión alguna. Un tipo de muerte que conocemos muy bien.
¿Por qué? Tauro rige la energía del valor, tanto en el ámbito personal (autoestima y valoración personal) como en el mundo de lo colectivo (acá la valoración se enfoca en procesos económicos, como la forma en la que se configuran los sistemas de valores en el ámbito cultural). Es posible que estemos transitando hacia lugares más sanos en los que entenderemos de a poco lo que significa valorar lo que se tiene. Pero eso no significa que sea un tránsito romántico, fácil o idílico. No en vano tenemos una crisis climática que nos está reventando en la cara. Un cambio que no controlamos, porque a la vida no se le controla, o sí, pero entonces hay que asumir las actuales consecuencias.
Esa tensión entre la vida y la muerte que activa este eje Tauro/Escorpio, después de una pandemia que nos dejó claro que somos seres frágiles y vulnerables, interdependientes y profundamente distanciados de la vida, es en realidad una oportunidad para tomarnos en serio las purgas en pro de nuestro bienestar y el del planeta entero. Durante el 2022 y el 2023 , nuevos sistemas de valores se estarán movilizando y germinando.
Para el caso del nodo sur en Libra, que es donde vamos a activar la purga, es importante entender que las relaciones no ocurren solo en un sentido personal o humano. Aunque ese sea un aspecto importante, sin duda. Podemos estar abriéndole paso por fin a una comprensión más profunda de la manera en la que nuestras reglas de juego en lo relacional merecen una transmutación profunda con todos los demás seres que integran la vida. ¿Cuáles son nuestras normas de relacionamiento? ¿Qué tipo de contratos no nos sirven más? ¿Qué tan superficiales y evasivos somos al involucrarnos con la vida en cualquier aspecto? ¿Cuál es el costo de sostener apariencias de bienestar en cada proceso de crecimiento personal, social o espiritual, con tal de ser aceptados o reconocidos? Preguntas que nos llegarán de diferentes formas en el tránsito de este eje Aries/Libra.
Libra representa todos los acuerdos sociales que construimos colectivamente, pero también es la fuerza que se encarga de movilizar la mediación de conflictos desde la resolución y la armonización. Aries, sosteniendo la balanza al otro lado del eje, es la fuerza que moviliza la confrontación. Es desde donde tomamos la fuerza que se necesita para dejar de temerle al conflicto y asumirlo como un proceso de cambio y transformación. Con Aries nos confrontamos y con Libra nos reconciliamos. Cuando se active el eje Aries/Libra, vamos a estar movilizando por un lado una información enfocada en la confrontación honesta de lo que deseamos y queremos de corazón (nodo norte en aries) y por el otro la liberación de relaciones que no nos permiten profundidad o armonía (nodo sur en Libra).
Para cerrar, una sugerencia que nos puede conectar con esta información que se expone aquí: el conocimiento astrológico no existe solo para perfeccionar el individualismo y el culto a la personalidad, también existe para que entendamos que la complejidad de la vida en sus múltiples aristas, requiere de atención, empeño y consciencia. Hemos estado jugando un juego cruel en el que organizar el mundo basado en nuestras necesidades tiene devastada la vida entera. Será un buen año para abrir el corazón y confrontarnos de adentro hacia afuera con más honestidad que nunca. Un año para sincerarnos en aquello que queremos de verdad, basándonos en nuevos sistemas de valoración y construyendo nuevas reglas de juego en el ámbito de todo tipo de relacionamiento.
Fechas de los eclipses:
20 Abril 2023: Eclipse Solar. Grado 29 de Aries.
05 Mayo 2023: Eclipse Lunar. Grado 14 de Escorpio *último eclipse en este eje
14 Octubre 2023: Eclipse Solar. Grado 21 de Libra
28 Octubre 2023: Eclipse Lunar. Grado 5 de Tauro *último eclipse en este eje