MinIgualdad: ¿una promesa desahuciada?

En Bogotá hoy existe una política de ciudad para mujeres y núcleos familiares: el Sistema Distrital de Cuidado, que cuenta con un presupuesto de 3.2 billones de pesos desde que empezó a operar, en 2020. Con 17 Manzanas de Cuidado en distintas localidades, unidades móviles y servicios domiciliarios, el Sistema ha beneficiado a más de 300.000 personas, entre cuidadoras, niñas y niños, personas con diversidad funcional y personas mayores.

Este Gobierno tiene la intención de convertir esa política distrital en una política pública nacional, una promesa de gobiernos anteriores que no se ha cumplido. En octubre pasado, cuando Petro oficializó la creación del Ministerio de la Igualdad, radicando el Proyecto de Ley 222, se incluyó un artículo que promete la creación del Sistema Nacional de Cuidado para reconocer, redistribuir, reducir y recompensar el trabajo doméstico y de cuidado.

La primera pregunta que surge al imaginar un modelo de cuidados nacional es ¿de dónde va a salir la plata? Esa es la principal preocupación que hoy rodea al naciente Ministerio de la Igualdad, cuyo proyecto de ley, que no contempló su financiación, se aprobó en enero. 

Por ahora, parte del dinero para su funcionamiento va a salir de la adición al Presupuesto General de la Nación, anunciada en febrero por el Ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo. Específicamente de un saco global de 1.78 billones de pesos, que cubrirá varios programas sociales. Según una de nuestras fuentes, de esos 1.78 billones, se destinarían 500.000 millones de pesos a la puesta en marcha del MinIgualdad.

Había un salvavidas para robustecer ese presupuesto corto: el Fondo para la Igualdad y la Equidad, propuesto en el artículo 266 del Plan Nacional de Desarrollo. Su objetivo era ejecutar y administrar recursos para poner en marcha programas y proyectos del ministerio nuevo. El Fondo se iba a constituir con recursos del Presupuesto General de la Nación (PGN) –aprobado a finales del año pasado–, aportes de entidades públicas, donaciones, cooperación nacional e internacional. Pero el 23 de marzo, este salvavidas desapareció en el primer debate de las comisiones económicas del Congreso. 

La ley que crea el ministerio se sancionó en enero y estipula que Petro tiene seis meses para reglamentarlo o definir desde cuántos viceministerios tendrá, hasta qué otras entidades van a quedar integradas. Es decir: para julio debe quedar claro cómo se van a financiar las promesas ambiciosas esbozadas en campaña para mujeres, personas LGBTIQ+, comunidades afro, negras, palenqueras, raizales, indígenas, campesinas, infancias, personas con diversidad funcional y demás poblaciones históricamente excluidas. 

¿Qué va a pasar si no se logra una cartera robusta? En MANIFIESTA indagamos en estas y otras preguntas sobre el futuro de una de las grandes promesas del gobierno Petro.

¿Cómo así que no hay recursos?

Mientras hay quienes aseguran que se está buscando reanudar el diálogo con el legislativo para revivir el Fondo para la Igualdad, el MinIgualdad sigue teniendo el camino cuesta arriba para materializar los recursos que necesita.

Se supone que la reforma tributaria va a generar recaudos adicionales de 20 billones de pesos. Esa es la plata con la que cuenta el proyecto de ley de adición al PGN que se está debatiendo en el Congreso. Esta se va a destinar principalmente a salud y agricultura. Del total, 1.78 billones de pesos se destinarán a inclusión social y se repartirán entre el MinIgualdad, apoyo a la operación de sistemas de transporte masivo, fortalecimiento patrimonial de empresas nacionales y apalancamiento de créditos de la economía popular. De esa torta, al MinIgualdad le quedan 500.000 millones, como explicamos arriba.

Así lo afirma Diego Cortés, economista de la UTL de la representante Jennifer Pedraza. “500.000 millones para todos los programas del MinIgualdad, no solo el Sistema de Cuidado”, explica.

Ahora bien, sobre las razones por las cuales se cayó en el Congreso el artículo 266 del Plan Nacional de Desarrollo, Diego afirma que “Lo tumbaron en la Comisión Tercera porque dicen que todos los fondos son ‘corrupción’. También para evitar la contratación a dedo”. Pero, según Portafolio, de 17 fondos que plantea crear el Plan Nacional de Desarrollo, solo el Fondo para la Igualdad y la Equidad fue eliminado en primer debate. ¿Por qué?

Otro argumento apuntaba a la falta de claridad del artículo sobre la destinación de los recursos. “Este no es un artículo que colocamos por capricho, sin presupuesto no hay condiciones para la dignidad”, afirmó Francia Márquez en un evento de la Unidad de Víctimas. “Por más voluntad que se tenga, sin presupuesto no se puede avanzar, los recursos en sí son siempre insuficientes para cerrar una brecha histórica en este país”.

No sorprende entonces que se esté trabajando para revivir el Fondo en segundo debate. De hecho, una fuente cercana a la vicepresidencia confirmó que las conversaciones con el legislativo no han concluido y que se espera volver a discutirlo.

Lo único cierto hasta ahora es que el Ministerio de la Igualdad cuenta con un presupuesto similar, aunque menor, al de una de las carteras más pequeñas, el Ministerio de Cultura. Con solo 500.000 millones, la cartera que encabezará Francia Márquez tendrá que dar línea técnica e implementar programas dirigidos a diferentes poblaciones, así como impulsar el Sistema Nacional de Cuidado. 

“El sector cultura históricamente ha tenido uno de los presupuestos más bajos, a excepción del gobierno pasado, que dentro de todo tuvo unas asignaciones altas”, asegura Diana Vargas, magíster en economía aplicada, con experiencia en formulación de políticas públicas y en el MinCultura. Para ella, “este año también la asignación es alta”. 

Diana explica que es muy difícil comparar este sector con un Sistema Nacional de Cuidado. “Cultura tiene algunos programas insignia como el Programa Nacional de Estímulos, que consiste en transferencias directas a proyectos ganadores en diferentes temáticas. Si el recurso es menor, pues salen menos becas y ya está. En cambio siento que un Sistema de Cuidado necesita crear y sostener una capacidad instalada que seguramente será costosa”. Diana aclara que, antes de sacar conclusiones, se tendría que estudiar si este sistema será una apuesta interinstitucional y articulada con entes territoriales, pues en ese caso habría un margen de acción más allá del presupuesto que conocemos hasta ahora.

Al respecto, Natalia Moreno Salamanca, gerente del Sistema Nacional de Cuidado y una de las mujeres detrás de la creación del Sistema Distrital en Bogotá, explica que en la actualidad el Sistema está creado por ley, es responsabilidad de una gerencia de la Vicepresidencia –que inició labores gracias a este decreto presidencial y que ella encabeza– y, además, está desglosado en el Plan Nacional de Desarrollo.

Natalia considera clave aclarar que si bien el Ministerio de la Igualdad no está reglamentado aún, es decir que no conocemos su estructura, eventualmente sí absorberá al Sistema Nacional de Cuidado. “Todavía no podríamos decir si será una dirección o un viceministerio, pero sí pasará al Ministerio de la Igualdad, eso es un hecho”, asegura.

Respecto a la articulación con instituciones, entidades y entes territoriales, Natalia hace otra precisión. “Este Sistema, como cualquier sistema nacional, da línea técnica pero no implementa de cara a la ciudadanía. Es decir, el gobierno nacional no tiene la misionalidad de implementar servicios directamente”. La tarea de la implementación es de los entes territoriales. Natalia agrega que por ello es compleja la comparación con el Sistema Distrital: “Bogotá podría tener más plata que el sistema nacional porque allá sí se están implementando servicios”.

Con esto, además de aclarar que el Sistema debe ser interinstitucional por naturaleza, Natalia se refiere a lo importante que es el Fondo para la Igualdad, pues este podría contribuir a que el Sistema de Cuidado pase del papel a la realidad en todos los territorios: “El Fondo es muy importante porque nos permitiría financiar programas territoriales. El principal problema que tenemos es que los territorios no tienen plata para los sistemas locales de cuidado. La idea era resolver eso”, explica.

¿Hay razones políticas para tumbar el Fondo?

“Estamos recogiendo todas las críticas que hubo en el Congreso, como por ejemplo que la redacción era muy general. Queremos pasar un artículo que diga exactamente lo que este va a financiar”, cuenta Natalia tras la tumbada del fondo en el Congreso. Sobre las críticas alrededor del artículo, concluye que los fondos son una figura que financia programas públicos con recursos que no sean exclusivamente de las rentas generales de la nación. “En Colombia hay millones de fondos. No estamos creando una figura que no exista”.

El 31 de marzo, La Silla Vacía publicó recomendaciones para priorizar la anticorrupción en el Plan Nacional de Desarrollo. Según expertes de la alianza Juntos por la Transparencia, esta bandera de la campaña de Petro ha ido desapareciendo de su agenda. Un par de las ocho recomendaciones se refieren a fondos como el de Igualdad y Equidad. La alerta que lanza La Silla tiene que ver con lo que anotaba Diego Cortés: evitar contratación a dedo y corrupción, pues este es un mecanismo usado para sustraer recursos públicos y ejecutarlos por medio de regimenes privados.

“Por ejemplo, para la atención al Covid, el gobierno Duque dijo que iba a invertir más de 100 billones de pesos a través de fondos privados. Luego el Ministerio de Hacienda rindió cuentas sobre 45 billones de pesos. Pero Transparencia por Colombia revisó la contratación a través de las plataformas públicas de información y solo estaba visible la contratación por 5 billones de pesos”, explica la nota de la Silla. Según Andrés Hernández, uno de los expertos de Transparencia citados, hay un riesgo al manejar recursos millonarios a través de estos fondos. ¿Será un riesgo mayor al que ya se da en el sector público?

Aunque no todo está dicho respecto al artículo del PND, ni al presupuesto del MinIgualdad, siempre ha estado claro que la incidencia de este es directamente proporcional a la plata disponible. Con una demanda encima –interpuesta por el Centro Democrático–, el laberinto presupuestal y los tres meses que quedan para reglamentarlo, es urgente encontrar caminos para que el Ministerio de la Igualdad y su Sistema de Cuidado lleguen a donde tienen que llegar.

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