Sentado en un sillón rosa que contrastaba con el pañuelo verde que le colgaron al cuello, Gustavo Petro respondía cada pregunta que le hacían en el debate feminista, al que solo él asisitió, el pasado dos de junio. Aunque fue un debate atípico con un solo candidato que fue aclamado todo el evento, el clímax llegó casi al final, cuando el ahora presidente anunció: “Francia va a ser no solo la vicepresidenta, sino la Ministra de la Igualdad”.
Antes, el ocho de marzo, Día Internacional de la Mujer Trabajadora, Petro había prometido crear el Ministerio de la Igualdad al cierre de su campaña por la consulta interpartidista. En su anuncio por Twitter planteó cuatro objetivos principales para esta nueva cartera: igualdad salarial, remuneración del trabajo en el hogar, ingreso vital a las madres cabeza de familia y una reforma agraria que priorice la titulación de la tierra para las mujeres.
Su promesa surgió en un momento tenso al interior del Pacto Histórico: el senador electo Álex Flórez Hernández empujó en campaña a su compañera de coalición, la nueva representante a la Cámara, Susana Boreal. También se conocieron denuncias de maltrato por parte de la ex pareja de Flórez. Pero la promesa del ministerio logró emerger de la polémica y tomar forma desde que Francia Márquez fue designada.
Aunque este pueda tardar hasta dos años en iniciar labores, la vicepresidenta ya tiene proyecciones claras. La prioridad será cerrar las brechas que sufren las mujeres, personas LGBTIQ+, jóvenes, personas con capacidad diversa, comunidades y pueblos étnicos y territorios históricamente excluidos.
No obstante, la nueva cartera ha generado opiniones divididas. Hay sectores feministas, afro y LGBTIQ+ que celebran y exigen el cumplimiento de esta promesa. Pero hay quienes se preguntan por su necesidad y viabilidad fiscal. Argumentan que ya hay dependencias encargadas de las funciones que tendría el ministerio, como la vicepresidencia y algunos departamentos administrativos y consejerías presidenciales.
¿Qué tan necesario es un Ministerio de la Igualdad en el país? ¿Cuánto nos va a costar? ¿Cómo se creará? En MANIFIESTA indagamos en los retos, beneficios, costos y proyección de una de las grandes propuestas de este nuevo gobierno, a partir de voces expertas y del análisis de experiencias en el país y la región.
Seguir el ejemplo del Ministerio del Deporte
MinDeporte es el ministerio más reciente en Colombia, creado por la Ley 1769 de 2019. Esta propuso la transformación de Coldeportes, un departamento administrativo, en la nueva cartera. Estas son entidades al mismo nivel que un ministerio, pero con funciones más técnicas y especializadas.
En un comunicado del MinDeporte se enumeran los beneficios de su creación: agilidad para presentar proyectos de ley a nombre del gobierno y la participación en el Consejo Nacional de Política Económica y Social. También una mayor autonomía por el peso político, presupuestal y legal del que gozan los ministerios.
En la presentación del proyecto de ley, el entonces presidente Juan Manuel Santos y su Ministro de Hacienda aseguraron que el MinDeporte no tendría costo adicional. Asuntos como la planta de personal de Coldeportes se mantendrían intactos. Desde 2020, al Ministerio del Deporte se le asignan rubros históricos. Para este año el presupuesto, que ha cobrado una perspectiva territorial, es de 880 mil millones de pesos. Del total, el 94% se destina a inversión y el 6% a funcionamiento.
¿Y la Alta Consejería Presidencial para la Equidad de la Mujer?
Luego del anuncio inicial de Petro, la vicepresidenta electa Francia Márquez ha sumado otros objetivos para el que será su ministerio. Ha mencionado que tendrá un enfoque de poblaciones y se encargará de implementar políticas públicas que garanticen los derechos de todes.
Por su parte, el informe de empalme de derechos de las mujeres del tres de agosto, contiene diez recomendaciones para la nueva cartera. Entre ellas están crear un viceministerio para las mujeres, que se le asigne una partida presupuestal suficiente y apostar por la territorialización y el enfoque interseccional.
Pero labores como la protección especial de los derechos de las mujeres y de poblaciones vulnerables ya hacen parte prioritaria de la agenda de entidades como la Consejería Presidencial para la Equidad de la Mujer. Esta está adscrita a la vicepresidencia desde 2019 como parte de las promesas de Duque.
En el papel, la Consejería Presidencial para la Equidad de la Mujer debe fomentar y acompañar el diseño de políticas, programas, planes y proyectos en pro de la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres colombianas. También debe hacer seguimiento a leyes nacionales y tratados internacionales sobre igualdad, y dirigir el Observatorio Colombiano de las Mujeres. Este divulga cifras sobre pobreza, derechos sexuales y reproductivos, violencias basadas en género, entre otras.
Pero desde febrero de 2021 se ha discutido la relevancia de esta y otras altas consejerías. En ese momento se calculaba que estas costaban al país 232 mil millones de pesos al año. La oficina para Equidad para la Mujer se cuestionó su inoperancia. Se dijo que desde la presidencia no había interés en cumplir la ley de cuotas. A raíz de estos cuestionamientos, y de un plan de austeridad, en octubre pasado se eliminaron por decreto la Consejería Vicepresidencial y la de Asuntos Políticos y Legislativos.
Según Paula Herrera, doctora en Economía y profesora de la Universidad Javeriana, la Consejería es insuficiente para un enfoque de género transversal en políticas públicas: “La consejería juega un rol de accesorio, no puede incidir en la política porque no tiene presupuesto”. Sin embargo, considera que crear un ministerio es solo el inicio de varios retos que pasan por lo fiscal: “Un ministerio tampoco garantiza esa condición. El Ministerio del Deporte, por ejemplo, tiene una cartera mínima”, explica Paula.
Para ella, el trabajo de la Consejería en el gobierno Duque se entorpeció por falta de cartera y voluntad política. “Según me contaron funcionarias, la consejería nunca hacía reuniones anuales con las secretarías o subsecretarías de la mujer que existen en Colombia”, afirma.
De Prosperidad Social a Ministerio de la Igualdad
El pasado 25 de julio se oficializó esta fecha en Bogotá como el Día Distrital de las Mujeres Negras y Afrocolombianas. En el evento, la alcaldesa Claudia López habló de la tarea de la vicepresidenta electa, lo clave del apoyo institucional y respaldó la propuesta de Francia de transformar el Departamento de Prosperidad Social, DPS, en el nuevo Ministero de la Igualdad, un camino similar al del MinDeporte.
Este departamento administrativo es el principal organismo del sector de inclusión social y reconciliación del gobierno. Desarrolla políticas y programas para combatir la pobreza y atiende a grupos vulnerables. La Unidad para las Víctimas, Centro Nacional de Memoria Histórica y el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar están adscritos a Prosperidad Social.
López agregó que esperaba ver la operación del Sistema Nacional de Cuidado desde el nuevo ministerio. Con esto, hizo referencia a una nueva entidad que, según La Silla Vacía, coordinaría el ingreso vital para madres cabeza de familia y la formalización del trabajo dentro de los hogares que garantice una pensión a las mujeres. También es un guiño al Sistema Distrital de Cuidado de su Alcaldía, un programa pionero que inició en 2020 con la instalación de Manzanas del Cuidado hoy en 7 localidades de la ciudad. Estas funcionan como centros donde las mujeres cuidadoras asisten para formarse académica y laboralmente, mientras les profesionales cuidan a las personas que tienen a su cargo.
¿Qué tan cierto, o viable, es convertir el DPS en el MinIgualdad? Al respecto, Mauricio Lizcano, nuevo director del Departamento Administrativo de la Presidencia de la República, confirmó el ocho de agosto que la creación del MinIgualdad sí se hará transformando el DPS y entidades afines. Además dijo que el gobierno estudiará la opción de eliminar estas consejerías, siguiendo el mandato de austeridad de Petro.
“El Ministerio de la Igualdad es un compromiso de campaña y el presidente lo dijo en su posesión. (…) No es crear más burocracia sino transformar algunas de las entidades que existen hoy en el Gobierno, en este caso el DPS y otras”, dijo Lizcano, y agregó que el proyecto de ley está casi listo para presentarlo en el Congreso.
Sin embargo, queda la gran duda de cómo crear el ministerio a partir de un DPS cuyo presupuesto pasará de 13,1 billones de pesos en 2022 a 6,7 billones en 2023. “La notable reducción que se propone para 2023 golpea fuertemente las aspiraciones programáticas de Petro”, expone Razón Pública.
Hasta el momento, Francia Márquez y su equipo no han profundizado en la propuesta de transformar Prosperidad Social en el Ministerio de la Igualdad.
Crear un Ministerio desde cero
Si la intención fuera hacer un ministerio desde cero, otra sería la historia. Una complicada, por los costos adicionales que implicaría su creación, inversión y funcionamiento. Y aunque Lizcano despejó las dudas al respecto, queda la duda de cuánto podría costar, de cara a la creación de otro: el Ministerio de la Paz
Según algunos medios, el costo adicional de la creación de un ministerio es de por lo menos 100.000 millones anuales. Sin embargo, para Diana Vargas Quintero, magíster en economía aplicada con experiencia en formulación de políticas públicas, es muy difícil hacer el cálculo: “Eso depende de las destinaciones presupuestales que tenga un tema específico, así no tenga una institución del carácter de un ministerio detrás”. Diana agrega que lo más viable en medio de una apuesta de austeridad es crear un ministerio que transversalice las apuestas de igualdad en otras carteras. “Que se encargue de generar lineamientos de política pública, pero que estos se ejecuten en conjunto”, concluye.
Cabe agregar que la idea del Ministerio de la Paz surge de las recomendaciones consignadas en el volumen Hallazgos y recomendaciones del Informe Final de la Comisión de la Verdad. El gobierno entrante ya declaró su disposición para iniciar el trámite. Hace algunas semanas, Roy Barreras expresó que la Policía Nacional pasaría a estar adscrita a esta nueva cartera. Sus funciones serían implementar y articular políticas y programas que busquen el reconocimiento de las víctimas y la reconciliación.
La esperanza del movimiento LGBTIQ+
Aunque el proceso para crear el MinIgualdad podría extenderse por lo menos dos años, hay sectores que ya tienen sus expectativas puestas. Sobre todo, porque uno de sus retos será implementar las políticas públicas que solo viven en el papel.
Así pasa con la Política Pública Nacional LGBT. Surgió en 2018 con el Decreto 762, pero el cambio de gobierno frenó su ejecución. Wilson Castañeda, director de Caribe Afirmativo, nos cuenta que la falta de voluntad política y el sabotaje por parte de sectores conservadores propiciaron una audiencia de control político en 2020 para que el Ministerio del Interior respondiera sobre la falta de implementación.
Dos años después, la deuda del avance de esta política con las personas LGBTIQ+ sigue siendo enorme. Colombia Diversa denuncia que ni el Ministerio del Interior, ni la Consejería Presidencial para los Derechos Humanos, respondieron a los pedidos de diferentes liderazgos y organizaciones.
“La política tiene un mensaje de emergencia”, dice Wilson. “Aquellos problemas que pensaba atacar la política se incrementaron con la no implementación. Esto se puede ver en el aumento de homicidios, feminicidios y amenazas contra personas LGBT en estos cuatro años”, agrega. “Es una política poco ambiciosa, está dirigida únicamente a proteger derechos civiles y políticos, es decir, a proteger la vida”.
Pero ni con ese enfoque el gobierno saliente vio la necesidad de implementarla. “La política está en ceros”, concluye él. Desde Caribe Afirmativo el primer mensaje para el nuevo gobierno es construir el plan participativo de implementación de la política pública en los primeros cien días.
Cuestionamientos por escuchar
Ante el argumento de que ya hay entidades que cubren esas necesidades, Wilson opina que las consejerías son inútiles. No hay una consejería LGBT y si la hubiera sería una oficina diagnóstica, dice él. “La ventaja de tener un ministerio es que tiene que ver con la política del gobierno, tiene mayor nivel de incidencia, hace parte directa de la creación del Plan Nacional de Desarrollo y tienen recursos de activación”, explica. “En Caribe Afirmativo creemos profundamente en la creación del Ministerio”.
En contraste, a Paula le preocupa que con el Ministerio ocurra lo mismo que con otras dependencias para poblaciones, como las secretarías de la mujer en algunas ciudades principales: “Cuando se quiere ver qué es lo que están haciendo y qué tan transformadoras pueden llegar a ser sus políticas, la respuesta es que no mucho porque el presupuesto es poco. Son secretarías que no tienen casi presupuesto en comparación con otras”, explica y agrega que la viabilidad del ministerio a corto plazo es difícil.
Finalmente dice que el enfoque de poblaciones daría para crear una gran cantidad de viceministerios que pueden terminar atomizando el trabajo. “Es importante que el Ministerio llegue con una mirada articuladora para todas las poblaciones, reconociendo que las mujeres feministas llevan unas demandas que son transversales a todas”, concluye.
Los ejemplos en Latinoamérica
Si se suma este ministerio, Colombia tendría 19, uno menos que México y uno más que Perú. El país de la región con más ministerios es Venezuela, 33.
La región tiene ejemplos parecidos. En Chile, por ejemplo, el Ministerio de la Mujer y la Equidad de Género fue creado en 2016 y ahora bajo el gobierno de Boric cobró relevancia. Para él, la transversalización del enfoque de género en los demás ministerios y en las políticas públicas es vital.
En Perú, el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables existe con ese nombre desde 2012. Originalmente fue creado durante el gobierno de Fujimori, en 1996, pero se transformó. Hoy enfrenta el ataque de parlamentarios que buscan cambiar su nombre y enfoque llamándole Ministerio de la Familia.
Otros países de la región con ministerio de la igualdad, la mujer y/o las diversidades son Venezuela, Paraguay y Argentina. Los de Venezuela y Paraguay cuentan con tres viceministerios enfocados en igualdad y no discriminación, protección de derechos y desarrollo económico y productivo. El argentino es el único que cobija a las diversidades sexuales y de género.
El proceso va a ser largo para que el Ministerio de la Igualdad en Colombia sea una realidad. Ya sea transformando una entidad para bajar costos, el principal reto de esta entidad, y de tantas reformas que propone Petro, será el presupuesto disponible para apostarle a la igualdad en el país.
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