Hace unos días el video de una mujer rapeando en el espacio público de Cali inundó las redes sociales. Se trata de Mariana Orozco, una artista caleña emergente, a quien buscamos para hablar sobre feminismo, sobre la violencia policial y el futuro, incluido el suyo.
“…Mi letra es empírica, yo vine a traerte rap de forma crítica…”
El video en Twitter, que está cerca del millón de reproducciones, no da tiempo de espera. El rap de la joven que aparece rimando en plena calle, micrófono en mano y una pista sencilla tronando, entra desde el primer segundo arrollando y enganchando a quien lo escucha, con letras en tono de denuncia.
“…Yo vengo a hablarte de las realidades, de cómo matan gente en campos y ciudades…”
Los carros pasan detrás de la artista, por la calle. Algunas máquinas detienen un poco su marcha para poder verla mejor al pasar, y el público que tiene enfrente se podría contar en decenas, a juzgar por el sonido de las ovaciones emocionadas que se escuchan entre línea y línea. La rapera no se detiene ni para tomar aire. Más bien enfatiza cada rima que va botando con un manoteo furioso de su mano libre. En menos de dos minutos la joven señala con su rap el asesinato de líderes sociales, el aumento de feminicidios, la corrupción del país, y duda sobre si nuestro gobierno tiene la forma de una dictadura.
Luego de botar cada verso con más fuerza que el anterior, la mujer se ríe con una sonrisa un poco tímida: “Hasta ahí llegué”, finaliza, un poco sonrojada. En cuestión de días el video se multiplicó en todas las redes sociales. La gente empezó a relacionarla con el nombre de su usuaria de Instagram: @mariana-insurrecta, y de repente su perfil alcanzó en cuestión de días más de 14.000 seguidorxs incluidas nosotras, que queríamos entrevistarla.
El nombre de esta artista que está logrando llegar a través de más gente por redes sociales es Mariana Orozco, acaba de cumplir 18 años, en su perfil de Instagram se presenta como antifascista y se proyecta con su rap emergente desde hace un tiempo. Mariana es muy clara con lo que quiere en su vida y como tantísimas personas, ha tenido que nacer, sobrevivir y anteponerse a la violencia de este país. Hablamos con ella sobre esto, pero también sobre sus planes para la vida que tiene por delante, su música y lo que la inspira para sus letras y para el futuro.
¿En qué momento de tu vida empezaste a rapear?
Desde hace algunos años con los pelaos del barrio en el que básicamente me crié: El Jarillón de Alfonso López. Siempre hacíamos tertulias musicales ahí los fines de semana, estaba el que hacía la pista… Pero en ese momento no lo hacíamos así con líricas o letras tan potentes, sino que era lo que rimara, lo que saliera, no era algo serio. Ya luego, cuando estaba en noveno grado, me empecé a enfocar mucho más en los temas sociales, empecé a escribir y un día saqué una canción. Recuerdo que subí al Facebook un video y tuvo buena acogida. Eso me inspiró a seguir escribiendo. Luego en manifestaciones, compañeros que ya conocía me decían “Ve, tirate al micrófono, cantá alguno de tus temas”.
¿Por qué empiezas a hablar de problemas sociales en tus letras?
Pues en realidad el tema social siempre ha estado presente en mi vida porque yo soy desplazada por el conflicto armado. Era un tema que siempre estaba latente. A medida que yo crecía y tenía un poco más de conciencia e iba viendo más realidades, pues tenía más claridad del asunto, ya podía empezar a escribir de ello. Lo hice por lo que veía a mi alrededor, en mi entorno. Ahí quedaba plasmado.
Nos dices que eres desplazada por el conflicto armado, ¿de dónde viene desplazada tu familia?
Yo vivía en un pueblo de Antioquia llamado Segovia. De allí, grupos paramilitares llegan a desalojar la zona y en ese hecho asesinan a mi papá. Debido a eso mi mamá se tuvo que ir conmigo de la zona porque si no, pues también seríamos víctimas nosotras. De ahí rodando llegamos acá a Cali. Acá fue donde me crié e hice toda mi vida.
¿Sabes la razón por la que desplazan a tu familia?
Sí, el desplazamiento se dio por los territorios, porque querían tomarlos. Algunos campesinos se organizaron para no dejarse quitar las tierras y se dio esa disputa. No solamente fue mi papá, también hubo más personas asesinadas en ese momento.
¿Cuántos años tenías cuando ocurrió esto?
Cuando mataron a mi papá, yo aún no había nacido… Exactamente son los mismos años que yo tengo.
En el video que se hizo viral, apareces cantando en una calle, ¿siempre te presentas en el espacio público?
Siempre se da en la Plaza de Banderas que queda en Cali sobre la avenida Quinta. La verdad no es que yo escoja, sencillamente siempre voy a las manifestaciones y si se da la oportunidad, pues lo hago. Si me dicen: “Ve, ¿querés cantar?» Yo de queridísima lo hago, pero no es que yo escoja un lugar en específico que yo diga: “voy a cantar tal día”.
«A mi me motiva a componer la gente del día a día, la gente que aún sigue resistiendo».
¿Por qué el espacio público?
Porque yo siento que así se visibiliza más que en un ambiente más privado, pues no se daría a conocer. Creo que la idea del mensaje es que no sea escuchado solo para los manifestantes porque ya sabemos por qué protestamos, mientras que las personas de común, que salen a trabajar, que van en sus carros, tienen la oportunidad de escuchar aunque sea por un momento, no solamente arengas, sino también un discursito diferente del por qué la gente está en las calles.
Háblanos un poco sobre la escena hip hop de Cali, Mariana. ¿Cómo es ser mujer joven y rapera en esta escena caleña? ¿Qué dificultades y regalos te ha traído la decisión de hacer rap?
De varios colectivos sí hubo mucho rechazo porque decían: “No, esa pelada está muy joven”. En algún momento se sintió un machismo muy latente en varios escenarios donde se me cohibía participar por el hecho de ser mujer, pero ya eso ha cambiado y ya no solamente estoy yo, sino muchísimas chicas que participan en el género. Ahora muchas mujeres se han ido empoderando y han dicho: “No, nosotras también podemos”. El regalo es que las mujeres también sean partícipes.
¿Qué y quiénes te motivan a componer?
A mi me motiva a componer la gente del día a día, la gente que aún sigue resistiendo. A mí el entorno es lo que me motiva: me motiva mi mamá, me motiva el vecino que sale todos los días a traer su sustento a su casa. A mí me motiva la gente.
Desde hace unos días te volviste viral con un video en redes. ¿Por qué razón sientes que ese video despertó tanto furor y de qué manera se te han acercado tus nuevos seguidores?
Eso se volvió viral porque la gente, de alguna forma, se siente identificada con lo que ahí dice, entonces lo apoya. Además no es solo lo que dice, sino también el ritmo, de alguna forma también eso llama la atención. Como en todo lado (…) hay gente que lo rechaza por completo, que de una confunde las cosas diciendo: “No, es que viene pagada hasta de la guerrilla”. Pero hay gente que entiende, se enfoca, se siente identificada de algún modo y por eso creo que se viralizó tanto.
Estamos viviendo un momento coyuntural de abuso por parte de las autoridades, que a veces parece cíclico. ¿Qué opinas de lo que pasó sobre todo en Bogotá hace un par de semanas?
Definitivamente debe haber una reforma dentro de la institucionalidad de la Policía porque no es la forma de actuar y más cuando el derecho a protestar es constitucional, no se puede atentar contra la vida de un manifestante o de la persona que sea. Eso es inadmisible.
Con tu rap logras transmitir, además de admiración, la digna rabia que ahora tanto mencionamos en redes sociales, ¿qué te produce rabia?, ¿por qué sientes que es digna?
Hay distintos tipos de rabia: sin razón, sin motivo alguno, pero la digna rabia es digna porque se produce desde la indignación, entonces es transformada en esto. Es lo que vemos representados en las calles, en esos CAI que han sido, como llaman los medios ‘vandalizados’ o como sea que le digan ahora. Eso me tiene entre una dualidad. Por un lado, es triste que tengamos que recurrir a ese punto para expresar y manifestar las cosas, pero por otro genera esa llama, es la forma de expresarse de la gente.
«A la propiedad la idolatramos mucho y la ponemos por encima hasta de vidas. A una pared le damos más importancia que a una violación o una muerte».
Mariana, ¿Qué te produce rabia?
La injusticia, el abuso, ver que las personas son maltratadas, cómo nadie hace nada al respecto también y cómo hay esa falta de empatía del uno hacia el otro.
¿A quiénes admiras? ¿Quiénes son tus referentes para tu vida y para tu arte?
Hay una cantante chilena, ella se llama Anita Tijoux. También es rapera, tiene temas brutales y yo creo que ella es más mi modelo a seguir, es la que tomó de referencia por ser mujer, por ser una mujer muy valiente, resistente, guerrera. Mejor dicho: admiración total.
¿Qué quieres hacer cuando te gradúes?
Voy a estudiar licenciatura en Ciencias Sociales, para desempeñarme como maestra. (…) Esa carrera me daría más bases para instruirme mejor, para hablar con más fluidez acerca de los temas que me confieran. También para seguir mejorando las letras en futuras letras.
¿Cómo llegaste al feminismo?
Más que todo por violencias que viví cercanas, no a mí propiamente, pero sí de compañeras, de tías… abusos que percibía y que en el momento no hacía nada, pero me sentía con la impotencia… sin rutas a dónde acudir. Entonces, ahí llega el feminismo a abrir los ojos, a darte rutas, a darte guías de cómo proceder en estos casos y no seguir callando ante los abusos.
Eso suena a que el feminismo te ha dado mucho. ¿Qué enseñanzas y regalos te ha traído ser una mujer feminista?
Me ha traído el hecho de aprender acerca también de los géneros porque antes era una persona muy sectaria en que el hombre, la mujer y que no había más. Entonces vulneraba los derechos de otras personas que no se catalogaban entre esos dos géneros. Me ha traído a personas increíbles también que me siguen enseñando y sigo aprendiendo de ellas. Cada día es un constante aprendizaje de cada una de esas mujeres.
¿En tus líricas cantas sobre la acción directa, qué piensas sobre esta manera de manifestarse en el movimiento feminista?
Pienso que es totalmente válido, que estamos en todo nuestro derecho de hacerlo, que a la propiedad la idolatramos mucho y la ponemos por encima hasta de vidas. A una pared le damos más importancia que a una violación o una muerte.
¿Cómo describirías el movimiento feminista en este momento de Cali?
Lo veo como un movimiento muy unido porque en algunos lugares suele ser individualista. Las discusiones están bien, pero donde ya esas discusiones llegan a un momento en que separan colectivos por pensamientos… Pero yo aquí lo he visto con mujeres muy unidas que se empoderan de lo que hacen, de lo que trabajan.
Con todo lo que ha pasado en estos días, ¿Con qué palabras definirías este momento de la historia de Colombia?
Violencia, falta de empatía y falta de historia, de reconocer. La más relevante que yo creo que queda como anillo al dedo es la violencia.
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